sábado, 3 de agosto de 2013

Capítulo tres

Hola, lectores y lectoras.

Es sábado.
Agosto.
Fuera, debemos rondar los 35 grados.
Apuesto a que más de la mitad de Málaga está en la playa.


Y yo aquí, con mi pie en alto, a punto de curarse. El martes hace ya tres semanas desde que descubrí que no se debe dar una patada a un balón con zapatillas de estar por casa, y menos aún si hay un escalón cerca.

Como no hay mal que por bien no venga, y teniendo en cuenta que la mejor forma de pasar el tiempo es escribiendo, os dejo el tercer capítulo de mi blogvela (acuño el término, por si nadie lo ha usado antes)

Si habéis leído las dos anteriores entregas, en esta veréis como Ricardo se mete en terreno desconocido sin quererlo, ignorando las advertencias que le hace algo desde muy dentro de su cerebro. Espero que os guste.

Para no repetir información, lo cuelo directamente en la opción "PUNTO HELL" en el menú principal.

Os recuerdo que podéis haceros seguidores del blog con el botón celeste de la derecha. De momento, sólo hay dos seguidores, y uno de ellos soy yo. Saber que estáis al otro lado, anima a seguir escribiendo.

Os recuerdo también que podéis escribir comentarios en el blog, siempre serán bien recibidos.

Nos leemos.